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*Anatomía de la fragilidad fue montada y expuesta en Operaciones (MEDIO, Los Yoses) en el marco de las actividades propias del Proyecto Final de Graduación de Mariela Álvarez para optar a su grado Artes Plásticas por la Universidad de Costa Rica.
Anatomía de la fragilidad.*

Proyecto de Mariela Álvarez. | dic. 10-18, 2022.

 

Como si hubiera estado debajo de un ataúd de hojalata verde,
la cabeza de una mujer de pelo castaño y muy engrasado
se levanta de un palco de teatro, lenta y estúpida,
con estragos más bien sin reparo.

 

Luego aparece el cuello graso y gris y los abultados omóplatos,
la corta espalda que se asoma y desaparece,
y la grasa, pesadas capas debajo de la piel,
sin más ayuda parece lista para emerger.

 

Arthur Rimbaud (T. al inglés de Ezra Pound). Venus Anadiomena. [T. al español del A.]

Estos cuerpos tendidos y dispersos desafían la inmovilidad parnasiana, son el continuo devenir entre resquicios que no llegan a tocarse. Sus figuras provocan una extrañeza inquietante que se adivina, no por los rasgos abyectos y agitados, sino porque el sujeto poético no sabe cómo clasificar, o atribuir, el misterio de su identidad propia.

 

Donde en algún momento la única acción atribuible a los cuerpos era la de posar, ahora tenemos en contraste un movimiento que viene no del origen sino del objeto de la mirada. En vez de una unidad individuada y estática. Estos nuevos cuerpos están descritos por su propio movimiento, y por virtud de esta inversión en el descenso de la mirada del sujeto, estos cuerpos ascienden.

 

Ahora, esta correspondencia de movimientos prefigura el sentimiento de extrañeza que se experimenta al encontrarse con nuevas formas de belleza; el sentimiento es, en efecto, tan contundente, que la mirada se voltea al detalle para ocultar la dificultad en la comprensión el todo, y busca en cambio, el refugio en los fragmentos del cuerpo, en las pequeñas grietas y bultos que riscan la piel que les cubre.

 

Las anatomías que se pliegan sobre sí mismas, en un gesto contrariado por su inevitable fragilidad, se nos presentan como despojos de un cuerpo en potencia; pese a su inequívoca apertura

–o bien propiciado por ella– aun proyecta sus partes en un intento por abarcar las múltiples formas de los otros cuerpos que le rodean, que le obstruyen y que le sirven de molde.

Texto de Erick Víquez.

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