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Edición impresa de la hoja de mano para la muestra del cierre de proceso de la residencia de Erick Víquez, con textos de Alejandro Marín (recto) y Carlos Aguilar Salazar (verso).

11"x17"

Sin título [o; +486].*

Alejandro Marín; Carlos Aguilar Salazar | Día +486 (nov. 29, 2022).

Proyecto de Erick Víquez.

 

"Hay una hora que permanece. Hay que destensar la flecha de los antiguos para detener al ciervo, que es el instante hecho animal. Hay que cazar todo lo que se mueve. Hay que apaciguar las mareas y domesticar las manadas. Hay que aferrarse como un piojo a ese estado de excepción extendiéndose a lo largo del tiempo. Hay que avivar el fuego consagrado a los primeros dioses. Hay que inclinarse y venerar las tumbas que se han perdido entre las hierbas y los siglos y las piedras. Hay que dejar la puerta abierta a los viejos nombres que ya no se pronuncian. Cuando el presente no entusiasma y los meses por venir presagian pocas alegrías, hay que dejarse acompañar por las lenguas clásicas, el tiempo muerto, los colores primarios y los deseos sencillos. Hay que dejarse guiar tan curiosamente como Dante por Virgilio. Hay que dejar una silla vacía para los héroes de la vida legendaria. Orfeo abandonó la compañía del rebaño. Descendió, subió. No siguió el ejemplo ni la orden del dios del Inframundo. Apolodoro describió como el Héroe le arrebató el retorno a su amada (νóστον ἀπηúρων). Más tarde se dejó despedazar por las Ménades. Como Orfeo, hay que garantizar el no retorno.

Lo que aquí encontramos capturado es el acento de los clásicos: la gravedad de los ritmos y el lenguaje directo de los griegos tal como pensamos que estos deberían sonar si los encontráramos caminando por las calles. Pero hay algo más, un parentesco que dos milenios no han borrado. Es en parte el retrato del morir de un hombre en vida para convertirse en un hombre mayor. En la estasis de sus imágenes últimas, astutamente extraídas de un cuenco de tiempos de Teócrito, lo que todavía resuena es la irreversibilidad del descenso. El mito de Orfeo y Eurídice atraen al pintor para que este ascienda a su propia pintura. El descenso a la muerte lleva a Víquez a un regreso a los precursores muertos con sus colores propios. Son los mismos colores que fueron siempre… pero caídos. ¿Qué brillos tienen ahora aquellos que compitieron por un trago de la copa del olvido?"

Texto de Alejandro Marín.

"Una forma pura con apenas algo de programa.¹ 

 

Diodoro Sículo refiere la historia de un dios despedazado y disperso. ¿Quién, al andar por el crepúsculo o al trazar una fecha de su pasado, no sintió alguna vez que se había perdido una cosa infinita?

PARADISO, XXXI, 108, Jorge Luis Borges.

 

salita_temporal puede ser entendida como un índice a través del cual leer, como en una planta tipo, las condiciones administrativas del espacio por las que se rige _temporal. Ambos están dedicados a la producción artística durante un tiempo pactado entre sus administradores y sus ocupantes. Luego del tiempo pactado, los ocupantes desalojan el espacio, sus huellas son borradas y se inicia, nuevamente, con su especulación inmobiliaria. Quizás, no por casualidad, es el espacio en donde se ha decidido colocar el reloj que marca los días, no sólo de salita_temporal, pero de _temporal mismo. En este sentido, salita_temporal es una representación de _temporal.²

salita_temporal ofrece a la cantidad como su mejor cualidad; su única exigencia a quienes pasan por esta estancia es ocuparla por un tiempo definido y limitado. Sea cual sea el trabajo a realizar, sólo existe una única consigna: durar veintiún días (más o menos). Es por esto que nunca ve nada duradero, únicamente fragmentos.³

 

salita_temporal hace de su genericidad su mayor atributo; despojada de cualquier cualidad que la haga singular, es un espacio compuesto por elementos arquitectónicos típicos: (tres) pared(es), (dos) puerta(s), (una) ventana, (un) piso y (un) cielo. Es precisamente esta genericidad lo que le permite albergar prácticas y obras de las más distintas naturalezas. Cuanto más niegue la unicidad de su propia arquitectura, tanto mejor para sus ocupantes. Su volumen de prisma rectangular es quizás el volumen arquitectónico más visitado por la historia de la arquitectura y con el que estamos más familiarizados. Después de todo, la mayoría de nosotros pasamos la mayor parte de nuestras vidas dentro de rectángulos.

salita_temporal es indiferente ante el tipo de trabajo que se realice dentro y fuera de ella. No le importa si es intenso o flojo, riguroso o laxo, moral o inmoral, religioso o pagano, improvisado o proyectado, acabado o inconcluso, conservador o “experimental”, comercial o no vendible, viejo o nuevo, copiado u original, tonto o sofisticado, duradero o efímero. No distingue entre lo bueno y lo malo simplemente porque no le importa.

 

salita_temporal es incondicionalmente permisiva y severamente rigurosa. No todo lo que se produce en ella tiene porqué ser mostrado, pero todo ha de ser registrado.

___________

¹ Este título es un juego de la traducción del título del trabajo de Francesco Marullo, “Pure Program and Almost No Form. Notes on the Typical Plan and Ivan Leonidov”, ed. Matteo Ghidoni, San Rocco, Indifference, núm. 7 (2013): 58–71.

² Las pinturas mostradas (y no mostradas) son también representaciones de otras representaciones; unas parten de la imaginería religiosa, otras de representaciones teatrales mitológicas, historia de la pintura y archivos fotográficos de revistas contemporáneas. 

³ Estas pinturas trabajan con fragmentos y detalles: extremidades mutiladas, vistas parciales de figuras humanas y animales, y espacios arquitectónicos cortados por encuadres fotográficos. En esencia, aunque figurativas, exponen una serie de actos fundamentales a la pintura: el separar, cortar, uniformar y reunir una serie de imágenes creadas a priori cuya articulación se efectúa a través de un montaje.

 El rectángulo es también la forma más ubicua en el reino pictórico. Todas y cada una de las pinturas aquí mostradas (y no mostradas) están enmarcadas en rectángulos. El cuadro rectangular es la planta tipo del pintor: con su forma genérica, es capaz de sostener gran parte de la historia del arte dentro de su perímetro. Lo es también para gran parte de la historia de la palabra escrita: este texto fue escrito e impreso en un formato rectangular, así como los innumerables libros que guardamos en nuestras bibliotecas o que ponemos frente a nuestros ojos, en las pantallas de nuestras computadoras.

 No le importa si lo que se muestra aquí corresponde a imágenes de una obra de teatro como Orfeo y Eurídice (Acto II, escena 2, los Campos Elíseos [1952]) y Orfeo y Eurídice (Acto I, La tumba de Eurídice [1913]), al Cristo muerto de Annibale Carracci (1583-1585) o unas imágenes de perros (Zoo Dogs Pets Var. Ii), publicada por la revista LIFE.

 Gran parte de lo producido en la estancia por este pintor permanecerá oculto a los ojos de quienes visiten este evento, así como varias partes de esta casa han sido vedadas a los mismos, por la especulación inmobiliaria."

Texto de Carlos Aguilar Salazar.

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